Este
periodo se caracteriza por ser una etapa de transición entre la fase de
crecimiento muy rápido propia del lactante y el periodo de crecimiento
estable, que se extiende desde los tres años hasta el comienzo de la
pubertad.
Es un
periodo madurativo, en el cual el niño realiza avances importantes en la
adquisición de funciones psicomotoras. Sus funciones digestivas y metabólicas
van alcanzando un grado de madurez suficiente para aproximar su alimentación
a la del niño mas mayor. Sin embargo, un niño alimentariamente no se
convierte de inmediato en un adulto, sus necesidades energéticas y de
determinados nutrientes, aconsejan ajustar la dieta a sus particularidades
fisiológicas, no hay que dar normas rígidas y es preciso adaptar e
individualizar la dieta, ajustándola a la propia constitución y estilo del
niño. Hay que poner especial cuidado en la conducta alimenticia del niño, la
cual puede estar sujeta a determinadas aversiones y preferencias, lo que
puede conducir en ocasiones a una dieta carente de algunos nutrientes. Los
niños a estas edades son caprichosos y tienen tendencias hacia los dulces y
golosinas.
La
alimentación correcta a partir del año
de edad se basa en el consumo de una dieta equilibrada que asegure los 4
objetivos siguientes:
Requerimientos nutricionales:
1)
Las
necesidades energéticas se sitúan en torno a las 100 Kcal/Kg/día,
aproximadamente 1.200-1500 Kcal/día.
2)
La
distribución porcentual de la energía entre los distintos principios
inmediatos debe ser la siguiente:
3)
La
distribución energética entre las diferentes comidas debe ser:
Normas básicas para la elaboración de la
dieta.
1)
A
partir de los 12 meses de edad debe iniciarse progresivamente la introducción
de alimentos con una textura mas gruesa para ir acostumbrando a bebé a
alimentos troceados. El objetivo es que al llegar a los 18-24 meses, el niño
coma los alimentos troceados.
2)
También
deben introducirse poco a poco, galletas, yogures, quesos, jamón york,
serrano, etc.
3)
Los
tarritos son adecuados para casos excepcionales y esporádicos, no como
alimentación diaria y continuada.
4)
Durante
esta época de la vida, las necesidades nutricionales son variables,
dependiendo del desarrollo del niño (peso y talla) y el grado de actividad
(unos niños son tranquilos, otros son activos y unos pocos son hiperactivos).
5)
Durante
esta época también debe producirse un cambio estratégico en su alimentación.
Pasar de concepto de plato único a una comida compuesta por un primer plato
(verduras, patatas, sopa, purés), un segundo plato (carne, pescado, huevo,
todo ello acompañado de una guarnición) y finalmente un postre.
6)
A
partir de los 2 años, el niño hace 4 comidas al día: desayuno, comida,
merienda y cena y en algunos casos puede tomar un suplemento lácteo en forma
de leche con galletas antes de acostarse.
7)
Adquiere
mucha importancia la manera de repartir los aportes calóricos de estas
comidas básicas pues estos hábitos alimentarios adquiridos en los primeros
años serán la guía para la época adulta.
8)
Se
debe procurar que el niño no adquiera conductas alimenticias caprichosas y
monótonas, con preferencia para unos alimentos, aversión a otros que pueden
conducirle a llevar una alimentación carencial en alguna sustancia nutritiva.
En
resumen, la dieta debe ser equilibrada, variada y completa.
ALIMENTOS.-
Es necesario aportar 500-600 ml de leche
diarios, cantidad que se puede sustituir en parte por productos lácteos como
queso, yogur…
El Comité de Nutrición de la ESPGAN
recomienda la utilización de la leche de continuación hasta los tres años,
pero por motivos principalmente económicos, la mayoría de los padres no la
emplean. Actualmente ha aparecido en el mercado leches de crecimiento o
junior, que es intermedia entre la leche de continuación y la de vaca. Está
indicada para niños a partir del año.
El niño de esta edad está preparado para
digerir y absorber cualquier tipo de carne, sin embargo deben darse con
preferencia las carnes y pescado magros. Se puede sustituir la carne por
hígado uno o dos días a la semana. El huevo se administrará entero y se
recomiendan tres a la semana.
La preparación será a la plancha, con poco
aceite, o asadas, cortadas en finas lonchas y trocitos. El pescado se debe
servir desmenuzado y libre de espinas.
Se pueden administrar en forma de cereales
para desayuno o en papillas. El arroz entero cocido, como acompañamiento a
otros platos, paellas, sopas, etc.
-
Se
debe incluir pan en las comidas.
-
Arroz
y pastas 1 a 2 veces por semana.
Las legumbres se introducirán a los 18 meses,
añadidas al puré de verduras. Verduras, frutas y legumbres, deben formar
parte del régimen diario y se pueden utilizar frescas o congeladas. Las
frutas, preferentemente frescas y bien maduras, como mínimo dos piezas al
día, aunque es buena costumbre mantener la papilla de frutas por la tarde.
A evitar:
Los fritos, la pastelería en exceso, los
platos con salsas complicadas, los frutos secos.
No dar nunca té, café ni bebidas alcohólicas.
3.2.- ALIMENTACION A PARTIR DE LOS 3 AÑOS:
|
Requerimientos nutricionales:
1)
Las necesidades
energéticas se sitúan en torno a las 90 Kcal/Kg/día, aproximadamente 1800
kcal/día.
2)
La
distribución porcentual de la energía entre los distintos principios
inmediatos debe ser la siguiente:
·
Proteínas: 10-15%
·
Hidratos
de carbono: 50-60%
·
Grasas:
25-35%.
3) La distribución energética entre las
diferentes comidas debe ser:
* Desayuno: 20-25%.
* Media mañana: 5-10%.
* Comida: 30%.
* Merienda: 15%.
* Cena: 30%.
4) Vitaminas y minerales: en general a estas
edades los requerimientos quedan cubiertos mediante una dieta adecuada y
variada.
* El calcio presenta unas necesidades máximas
ya que es fundamental para conseguir una correcta mineralización ósea, vital
para la salud ósea a lo largo de la vida y para la prevención de
osteoporosis. Las RDA españolas establecen 800 mg/día que son requerimientos
entre 2 a 4 veces superiores a las de adultos.
* la vitamina D es necesaria para la
absorción y depósito de calcio en los huesos. En niños que viven en zonas
poco soleadas sí puede ser un problema que se puede solucionar con
suplementos o con alimentos fortificados. RDA españolas establecen 5.0 µg a
10 µg/día.
* El hierro puede tener problemas de
deficiencia debido al aumento de la síntesis de hemoglobina. RDA españolas
establecen 9 mg/día.
5)Se recomienda que la ingesta de fibra sea de unos 25 g/día. En niños
pequeños se puede estimar de la siguiente manera: edad del niño/a + 5 g.
6)Es importante que haya una adecuada ingesta
de líquidos: aproximadamente 1 ml
de agua por cada Kcal consumida.
Recomendaciones generales:
1)
Es
importante comer de todo, variar las comidas, tratar de hacerlas atractivas y
disimular inicialmente los alimentos que el niño rechaza.
2)
Realizar
unas cinco comidas diarias: tres principales (desayuno, comida y cena) y dos
mas ligeras (media mañana y merienda).
3)
Mantener
horarios regulares de comida.
4)
Evitar
el picoteo a base de snacks, caramelos, dulces, etc. que solo aportan
calorías y prácticamente ningún nutriente.
5)
Desayunar
a diario. El desayuno es una de las comidas mas importantes del día y debería
cubrir un 25% de las necesidades energéticas del niño. Debe incluir alimentos
de al menos tres grupos básicos: lácteos, cereales y frutas. El desayuno es
fuente importante de energía y nutrientes, contribuye a un mayor rendimiento
físico e intelectual y ayuda a mejorar la dieta evitando deficiencias
nutricionales.
6)
La
comida de media mañana y la merienda son excelentes oportunidades para
incluir alimentos de gran interés nutricional como pan, cereal, lácteo,
fruta…
7)
Es
importante supervisar lo que comen fuera de casa para evitar excesos,
monotonía y comidas con gran cantidad de calorías, grasas y baja densidad
nutritiva.
8)
Controlar
el consumo de aquellos alimentos con alto contenido en azúcar, grasa y sal.
No abusar de dulces, chucherías, snacks y refrescos.
9)
Si el
niño come en el colegio es necesario conocer el plan de menús, sobre todo
para equilibrar la dieta con las comidas que se hacen en casa. Dentro de la
dieta total, la comida escolar tiene gran importancia no solo por el aporte
nutricional, sino también por ser un buen lugar para la educación nutricional
y la adquisición de buenos hábitos alimentarios. La escuela puede ser un
importante lugar de formación nutricional, sin olvidar que además el niño
puede enseñar en el hogar lo que ha aprendido en la escuela.
10) Controlar el peso corporal adecuado para
edad y talla.
11) No
restringir alimentos, ni fomentar el consumo de productos “bajos en calorías
o grasa”, a menos que haya una justificación médica o un exceso de peso y, en
cualquier caso, siempre bajo la supervisión del especialista.
12) Fomentar la actividad física, al menos una
hora diaria, y preferiblemente al aire libre. Controlar el tiempo que pasan
los niños sentados viendo la TV, con juegos electrónicos, con el ordenador,
etc. esto no solo contribuye de forma significativa a la inactividad física
sino que también puede fomentar el consumo de determinados alimentos muy
calóricos y con poca densidad de nutrientes.
13) Cuidar
la higiene bucal.
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martes, 14 de junio de 2016
ALIMENTACION DE LOS NIÑOS EN EDADES TEMPRANAS (1-3 AÑOS)
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